Una de las mayores maravillas que Dios nos ha dado es la posibilidad de conversar con Él a través de la oración. Como hijos, tenemos pleno derecho y libertad para pedir; sin embargo, solo recibiremos si oramos conforme a la voluntad de Dios.
A menudo hacemos de la oración solo un medio para pedir cosas a Dios, pero lo cierto es que debemos utilizarla para relacionarnos con Él, y eso incluye hablarle y escucharlo. Debemos expresar nuestra gratitud y nuestro amor, desgarrando nuestro corazón al Padre, contándole nuestro día, nuestras expectativas para el futuro y presentándole nuestras peticiones. Cuando oramos, estamos diciendo que Él es nuestra prioridad. Recuerda que el Padre tiene diferentes maneras de respondernos; por eso, no siempre es como imaginamos.
Sin embargo, ten la seguridad de que nunca te dejará desamparado. He aprendido que Dios lo hace a su manera y siempre mucho mejor de lo que podríamos imaginar. Entiendo que Dios ama tanto a sus hijos que se alegra profundamente cuando son buscados en la oración. De este modo, construimos más intimidad, haciéndonos sensibles a su voz y, en consecuencia, abrimos puertas para una vida relevante, caminando en el centro de la voluntad de Dios.
¿Tienes el hábito de la oración? Es uno de los primeros principios de una vida íntima con Dios. Me asombra recordar que tenemos un Padre que quiere relacionarse con nosotros. Esto me lleva a vivir realmente mi identidad, porque cuanto más me acerco al Padre, más convencido estoy de mi propósito y de mi destino. Sabe que nada cambiará
en tu vida si no hay intimidad. Cuanta más intimidad tengamos con Dios, más saborearemos su voluntad.
En secreto con Dios, eres engendrado en la verdad.
CAFÉ CON DIOS PADRE☕️
DEVOCIONAL 61/366
LECTURA BÍBLICA Marcos 6
PALABRA CLAVE #intimidad
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