Este pasaje nos muestra que, después de multiplicar los panes y los peces delante de la multitud, Jesús ordena a sus discípulos que suban a la barca y crucen a la otra orilla mientras él sube al monte a orar. Mientras los discípulos hacían la travesía, se levantó una gran tempestad. No porque Jesús no estuviera en la barca dejó de controlar la situación. Aparece inmediatamente después y da una orden para que el viento se calme, llevando a los discípulos fuera del mar embravecido y a disfrutar de una gran bonanza. Así que, si hoy estás en medio de una tormenta, si las circunstancias que te rodean te han traído miedo y temor, calma tu corazón. Entiende que no es porque estés en medio de una tormenta que Jesús no tiene el control. Quiero que te animes hoy. Aunque la tormenta esté en su apogeo, eso no significa que Jesús haya abandonado la escena. Así como el Señor fue hacia los discípulos aquel día, sin dejarlos desamparados, no te dejará desamparado a ti.
Él actuará cuando sea el momento oportuno. Durante muchos años me vi como en una gran tormenta, sin esperanza de que llegara el tiempo de bonanza, pero el Señor fue fiel conmigo, me cuidó y me dirigió para que llegara a la otra orilla y continuara mi viaje. Esto también puede sucederte a ti si confías en que el Señor no ha perdido el control y que todo está colaborando para que experimentes un gran milagro.
Jesús busca hombres y mujeres capaces de dormir en medio de la tormenta. Créeme, ¡Él tiene el control!
A pesar de las tormentas de la vida, vive con la certeza de que Jesús tiene el control.
CAFÉ CON DIOS PADRE☕️
DEVOCIONAL 60/366
LECTURA BÍBLICA Marcos 5
PALABRA CLAVE #descanso
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